miércoles, 23 de abril de 2008

La Queja


La queja es algo que hoy en día vemos en todas partes. Todo es motivo de malestar y queja. El día nublado, el mal sueldo, el mal jefe, la comida, la familia, etc.; para quienes quieran buscar motivos para quejarse siempre los encontrarán. El problema es que la queja desagrada a Dios y nos perjudica en la vida, ya que hace que nuestros días sean desagradables.

¿Qué es la queja? y ¿Qué significa?

La palabra que en el griego se refiere a la queja en casi todo el nuevo testamento se traduce como murmuración. Esta es la palabra que usa Pablo para describir las quejas y murmuraciones que tuvieron los Israelitas cuando estuvieron en el desierto (1 Corintios 10:10). Porque en el antiguo testamento dicha palabra se traduce de las dos maneras.

Griego: Gongusmos. Gruñir, rezongar, regañadientes, murmullo. Quejarse, expresar un disgusto o molestia en forma secreta (murmullo, por esto se traduce como murmuración) o abierta (cuando en la parábola se quejan contra el padre de familia, Mateo 20:31).

Hebreo: Lin. Esta es la palabra análoga de gongusmos. Significa quedarse permanentemente en un lugar y por eso obstinación. Al expresarlo en palabras es quejarse. Se traduce como queja (Números 14:2) y también como murmuración (Números 16:41).


I. Características de la queja:

1. La queja nace de un corazón con una actitud negativa.

Las quejas pueden provenir de un corazón descontento, insatisfecho, amargado, desagradecido de Dios. Otras actitudes también pueden ser desagrado, malestar, etc. La queja manifiesta en palabras el descontento con la vida, y con todo.

Estas personas descontentas siempre están viendo las cosas malas y no tiene la capacidad de ver las misericordias de Dios. Existe un “NEGATIVISMO” marcado.

2. La queja se manifiesta en una situación y va dirigida contra alguien.

La queja es un malestar interno que se manifiesta en las situaciones. Cuando se da la situación que produce molestia, producto del descontento interno la queja recaerá sobre alguna persona.

Cuando algo me molesta contra alguien tengo que canalizarlo. Cuando nos quejamos de algo queramos o no, va a involucrar a alguien.

Algunos se quejan de Dios, otros de su jefe, otros de su trabajo, otros de su colegio, otros se su casa, otros de lo que tienen, otros de lo que no tienen, otros de sus padres, amigos, hermanos etc. Pero como Dios es quien deja que vivamos lo que vivimos, indudablemente que las quejas van indudablemente dirigidas a Dios porque Él es el dueño de las circunstancias.

II. Ejemplos de los tipos de quejas:

A continuación revisaremos diferentes ejemplos donde se encuentran las dos características de la queja ya mencionadas.

1. La queja movida por la envidia.

Mateo 20:11-15 = “Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. El, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?”

En este caso se encontraba la envidia albergada en el corazón de estos obreros de la viña y cuando vieron que el padre de familia trató a otros en forma especial se sintieron tocados y se quejaron contra Él. Esto no les afectaba a ellos, puesto que ellos ya habían hecho su contrato, pero el descontento se mostró en esa situación.

Cuantos se quejan contra lo padres porque según ellos hacen diferencia, cuantos se quejan contra Dios porque les da ciertos dones o ministerios a otros. Cuantos se quejan contra un profesor porque piensan que hace diferencia. Entonces terminan gruñendo y rezongando. Como estos existen muchos casos más.

2. La queja movida por la ofensa ante la palabra.

Juan 6:60 = “Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír? Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?”

En esta situación los mismos discípulos de Jesús se quejaron porque encontraron fuertes las demandas de Jesucristo y su palabra. Cuando la palabra chocó con los pensamientos propios que tenían, se ofendieron y se quejaron contra Jesús. Tenían malas actitudes albergadas en su corazón que fueron confrontadas con la palabra. Pensaron mal de Jesús.

Muchos terminan quejándose cuando una prédica del pastor fue en contra de lo que pensaban o bien lo les gustó una corrección.

3. La queja movida por la codicia.

Números 11:1-6 = “Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento. Entonces el pueblo clamó a Moisés, y Moisés oró a Jehová, y el fuego se extinguió. Y llamó a aquel lugar Tabera, porque el fuego de Jehová se encendió en ellos. Y la gente extranjera que se mezcló con ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos”.

En este caso existía codicia en el corazón de los Israelitas que estuvieron en el desierto. No estaban contentos con lo que tenían, el maná no era suficiente para ellos. Por esto se quejaron de que estaban artos del maná y que querían ya comer otra cosa. Entonces empezaron a decir que estaban mejor en Egipto sin Dios que en el desierto, recordando los deleites que había en Egipto. No miraban que habían sido liberados, sino lo que no tenían.

Muchos están siguiendo a Dios pero con motivos equivocados. Tienen deseos carnales, codician cosas y quieren que Dios se las de. Tienen estas motivaciones escondidas y cuando no les están satisfaciendo sus deseos terminan quejándose contra Dios. Muchos están desmedidamente deseando dinero, una pareja y muchas otras cosas, pero su primer interés no es Dios. Si pasa tiempo en que sus deseos no son satisfechos se quejan murmurando contra Dios.

4. La queja movida por un descontento generalizado.

Números 14:2-4 = “Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto”.

Los israelitas se quejaron porque no querían pelear para tomar Canaán y no tenían fe para hacerlo. Estaban evadiendo su responsabilidad. Primero estaban codiciando lo que no tenían y si esta actitud no para crece el descontento. Alguien que esta descontento con lo que vive, no quiere afrontar su responsabilidad en la vida. Dijeron que era mejor morir que vivir lo que estaban viviendo y las quejas fueron contra Moisés que era el líder por no para esa actitud.

Cuando las cosas no resultan bien no podemos empezar a quejarnos contra los líderes o pastores. En este nivel de descontento la queja empieza a convertirse en una actitud adversa hacia los líderes. Esta actitud fue creciendo llegando más tarde a culpar a Moisés y Aarón por la muerte de aquellos que se rebelaron contra ellos. Aquí la queja toma un carácter ofensivo y detractor en contra de los líderes de Dios.

Números 16:41 = “El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová”.

Aquí se observa que el malestar seguía presente en los corazones de los Israelitas y ante cualquier cosa se quejaban y murmuraban contra los líderes (Números 17:5).

Es importante recalcar que todas las quejas van dirigidas a alguien con distintos niveles de intensidad siendo el más fuerte la detracción contra un líder de Dios. Toda queja o forma de queja es en contra de una autoridad, ya que siempre en todo hay una autoridad involucrada, sean padres, profesores, funcionarios de gobierno, pastores, etc.; y como sabemos que toda autoridad ha sido puesta por Dios y quien las resiste a Dios mismo resiste, el que se queja se queja contra Dios.
III. Consecuencias de la queja:

1. Las malas quejas se cumplen

Números 14:27-28 = “¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan? Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros”.

Todo lo malo que hayamos dicho en nuestra queja se cumplirá (tiene que ver con el poder de a lengua). Si dijimos que nuestra vida es mala, mala será. Si dijimos que así como van las cosas nos irá mal, entonces nos irá mal. En este caso los Israelitas dijeron que morirían en el desierto y eso les ocurrió.

2. Destrucción y muerte.

Cuando los Israelitas se quejaron por el descontento de sus privaciones en el desierto (Números 11:1), cuando se quejaron porque en Canaán habían gigantes (Números 14:2-3,29) y cuando se quejaron contra Moisés y Aarón culpándolos de la muerte de Coré y sus séquitos (Números 16:41; 17:5,10); en estos tres casos hubo muerte y destrucción. En algunos casos fue directo y en otros, paso un tiempo.

El destructor mata la vida, puede no ser literal, sino que también la vida espiritual y los sueños. Como se vemos se quejaron los Israelitas y descendió fuego del cielo y los consumió. Esto fue por quejarse contra Dios y también por quejarse contra los líderes.

IV. Que hacer en lugar de quejarse:

1. Tener acción de gracias a Dios en todo.

Colosenses 4:2 = “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias…”

Filipenses 4:6-7 = “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

En vez de quejarse debemos pedirle a Dios lo que necesitamos junto con dar gracias. Estas gracias son en fe creyendo lo que Dios nos ha prometido. Así eliminamos el afán, la ansiedad y la queja.

Estas acciones de gracias se expresan de dos maneras:

· Dando gracias en todo.

1 Tesalonicenses 5:18 = “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

Claramente dar gracias a Dios en toda circunstancia es la voluntad de Dios para que no caigamos en la queja. Siempre pasemos lo que pasemos hay algo porque dar gracias a Dios, partiendo por nuestra salvación y amor por nosotros. Si estamos contentos con lo que tenemos podremos agradecer.

· Dando gracias por todo.

Efesios 5:20 = “dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.

Todas las situaciones nos vienen a bien para aquellos que amamos a Dios, por lo tanto si sabemos que lo que estamos pasando es para algo bueno, entonces podemos agradecerle a Dios por eso.

2. Tener contentamiento.

Debemos dar gracias por todo y en todo porque debemos tener contentamiento en nuestro corazón. El contentamiento es estar bien y contentos con lo que tenemos.

1 Timoteo 6:6-10 = “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”.

Claramente para no caer en queja por la codicia o descontento, hay que tener contentamiento con lo que tenemos hoy. No es malo querer mejores cosas, lo malo es cuando es excesivo llegando al punto de la codicia. Se puede codiciar dinero, una mujer y muchas cosas más. Por lo tanto si tenemos para vivir, estemos contentos con lo que tengamos.

3. Alabar a Dios.

Efesios 5:19 = “hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones…”

El contentamiento y la gratitud a Dios provienen de una persona que alaba a Dios. Cuando se comienza a exaltar a Dios por quién es y por todo lo que ha hecho en nuestras vidas, comienza a fluir la gratitud y el contentamiento en nuestras vidas. Por eso después de esta cita una vez que alabamos a Dios viene la gratitud por todo. Por eso la palabra habla de alabar a Dios con acción de gracias.

V. Beneficios de alabar a Dios, ser agradecidos con Él y estar contentos con eso:

1. Dios multiplicará las cosas por las cuáles le agradecemos.

Juan 6:11-12 = “Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido”.

Jesús al enfrentar una situación donde tenía muy poca provisión para toda la gente que había, en vez de quejarse dio gracias enfocándose en lo que tenía. Producto de esto le provisión fue multiplicada.

2. Recibiremos las bendiciones de Dios.

Deuteronomio 28:47-48 = “Por cuanto no serviste a Jehová tu Dios con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas, servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehová contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y él pondrá yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte”.

La obediencia que Dios demanda para recibir sus bendiciones y promesas debe ser con alegría y gozo de lo contrario esto no ocurrirá. Porque aún si recibimos sus promesas, si servimos a Dios con mala actitud, nos vendrán las maldiciones.

Por esta razón Pablo llevó a cabo su misión con una buena actitud:

1 Corintios 9:16-17 = “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada”.

Cuando uno esta haciendo lo que fue mandado a hacer es algo que produce gozo en el corazón.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Muy hermoso estudio.
Muy claro y profundo.

Muchas gracias.

Bendiciones !!

Unknown dijo...

Q edificante,excelente predica

Maria dijo...

Buen estudio
Pero fue la voluntad de Dios tener un padre psicótico y psicópata abusador maltratador gritos que se escuchaban a una cuadra.amenazas constantes con insultos?